Voy a contarte sobre algunas leyes espirituales. Si observamos la vida como un juego podemos comprender que, como todo juego, hay unas reglas. Lo que ocurre es que muchos de nosotros las desconocemos. Estas reglas son leyes espirituales que funcionan todo el tiempo, las uses o no a tu favor.
La ley de la creación afirma que nuestros pensamientos no son gratuitos.Cada uno de nuestros pensamientos crea un resultado en nuestra realidad. Comenzar a vigilar los pensamientos y transformarlos lentamente en pensamientos elegidos es el camino hacia una realidad diferente.
Existen dos sistemas de pensamiento: el del miedo y el del amor. Los primeros son de los que te paralizan y los segundos de los que te empujan hacia adelante. Si todo el tiempo estamos pensando en lo que nos falta y en lo difícil que está resultando nuestra existencia, sin darnos cuenta, caeremos en la trampa de la queja y las excusas. De esta forma el cuerpo recibe el mensaje y responde con falta de motivación, ansiedad, estrés, falta de sueño y muchos otros síntomas que nos dejan con pocas ganas de hacer algo diferente y de creer que somos capaces de hacer algo al respecto.
Si, por el contrario, dirigimos nuestros pensamientos hacia la gratitud, hacia cosas que nos diviertan, nos hagan reír, disfrutar y fluir, comenzaremos a sembrar en nuestro interior la fe suficiente para comenzar a crear resultados hermosos en nuestra vida.
Ya sé, los resultados no son inmediatos. El Universo espera atento tu coherencia interior para empezar a abrirte puertas. Coherencia significa pensar, sentir y hacer en una misma dirección: una meta. Tu objetivo puede ser tu paz interior, encontrar alguna solución, un emprendimiento, comenzar a hacer ejercicio… da lo mismo, lo importante es que te propongas algo y luego comiences a disfrutar de lo que haces mientras lo consigues. La acción ahuyenta los miedos, desvanece las preocupaciones y te saca de tu zona de confort. Si! no he encontrado una fórmula tan mágica como empezar a hacer algo por nosotras vidas y por nuestra vida.
Hacer, hacer y hacer disfrutando del día y del momento presente. ¡Pero cuidado! Hacer desde el ser maravilloso que eres, con un poder interno capaz de mover montañas y manifestar todo aquello que desee. Solo es cuestión de actitud positiva, perseverancia, paciencia y fe. Todas ellas expresiones extraordinarias del amor. Amor por ti misma y por tu propia vida.
Entonces, recuerda:
Dirige tus pensamientos, Ríe, Fluye, Encuentra tu paz, Ponte un objetivo, Empieza, Ámate y Sé agradecida.
Con amor, Natalia