La ley de atracción es una de las leyes espirituales del Universo, conocerla e incorporarla a tu vida te ayudará a acercar la distancia entre el lugar en el que estas y el lugar al que deseas llegar y los resultados que deseas conseguir.
La ley de atracción te enseña que todo lo que tiene vibración similar se atrae. Lo semejante atrae a lo semejante.
Todo es energía en diferentes frecuencias vibratorias. Los pensamientos, y las emociones, también son energía. Mantener pensamientos limitantes como: ” no lo voy a conseguir” o “esto es demasiado para mí”, bajan tu frecuencia energética. Y los pensamientos de alta calidad como ” yo puedo”, “yo soy”, “estoy en proceso de alcanzar mis metas”, “Estoy aprendiendo”, “gracias”, son los que te invitan a ver las posibilidades, las soluciones, a tomar acción y a ir tras lo que deseas.
Con las emociones pasa exactamente lo mismo, la tristeza, el enojo y el miedo, deprimen tu energía, y por el contrario, el amor, la alegría o la gratitud la elevan.
Es increíble la cantidad de veces que caemos en la trampa de los pensamientos negativos, se desvía el enfoque y, sin darnos cuenta, prestamos más atención a lo que nos falta que a lo que tenemos.
Piensa que eres un imán que atrae hacia sí misma la esencia de lo que está pensando y sintiendo. Si sientes que te falta dinero, no puedes atraer al dinero. Si te sientes sola, no puedes atraer a una pareja a tu vida. Sin darte cuenta estás poniendo tu atención en lo que te falta.
Por ejemplo, veamos juntas la siguiente secuencia:
- Siento que no tengo dinero
- Sin darme cuenta presto atención a la falta de dinero
- Mi frecuencia energética es de carencia, escasez.
- Quiero ser abundante y hago afirmaciones para sintonizar con ello pero no me lo creo o no logro sentirme realmente conectada con la abundancia.
- Atraigo más de lo mismo. Resultado: más deuda o falta o carencia.
Esto es, justamente, lo que ocurre. Es tan rápido el cambio de dirección que no somos conscientes de lo que está sucediendo. Solo nos fijamos en los resultados, si estos son como deseábamos, entonces, la ley funciona. Si, por el contrario, los resultados no son los esperados, entonces, la ley no nos sirve. Pero lo cierto es que las leyes universales funcionan igual, creas o no en ellas.
La línea es muy sutil: enfocar en el deseo o en la falta del mismo, pero las vibraciones, el mensaje y el resultado final, son algo muy distinto.
Pensar en algo es invitarlo a tu vida
“Cuanto más entiendes la ley de la atracción, más interés tienes en dirigir deliberadamente tus pensamientos, pues obtienes aquello en lo que piensas, tanto si lo deseas como si no. Aquello en lo que piensas es lo que empiezas a invitar a tu experiencia, sin excepción” Esther y Jerry Hicks
Cuando te sientes mal significa que te has desviado de la frecuencia energética de tus deseos. Simplemente con darte cuenta, cambiar tu enfoque y elevar tu vibración energética volverás otra vez al camino que has elegido para alcanzar tus metas.
La claridad que tengas sobre lo que realmente quieres para ti y para tu vida, te permitirá expandir el amor dentro de ti, emitir ondas de alta vibración y planificar acciones efectivas.
Es muy útil reflexionar y revisar qué es lo que quieres y lo que ya no quieres en tu vida. Es importante para cultivar tu autoestima, tu motivación y la confianza que se necesitan para sostener la perseverancia y la disciplina que te conducirán hacia el éxito.
Recuerda:
- Darte cuenta cuando estas enfocando en lo que no tienes y cambia de dirección. Donde pones tu atención, allí va toda tu energía.
- Tus pensamientos y emociones emiten vibraciones y atraen como un imán experiencias de vibración similar. Observa que estas vibraciones sean de alta frecuencia.
- Con cada pensamiento pones en marcha todo el mecanismo que determinará de qué lado estás: acción-inacción. Alta vibración-baja vibración. Decisiones- indecisiones. Caídas- remontadas. Miedo-amor.
- Ten, cada día, la mente más despejada. Si tu mente se va hacia el futuro o hacia el pasado, tráela al presente.
- Tómate tu tiempo pero no te detengas. Relaja tu cuerpo, espera que se aparten las nubes. Abraza tu día con amor y fe. Respira profundamente. Mira a tu alrededor y disfruta de tu vida eligiendo pensamientos felices.
- Desarrolla la Perseverancia y la disciplina. Ponte en acción.
- Suelta lo que te limita, por favor, toma aire y levanta la vista… hay un mundo de posibilidades ahí afuera.
Gracias por acompañarme,
Con mucho amor,
Natalia
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