Vivimos bajo la influencia de hábitos, formas de actuar aprendidas que se van repitiendo con el pasar de los años de forma automática. Algunos de estos hábitos son sanos pero otros, sinceramente, son muy destructivos y nos alejan de nuestra esencia. Detectarlos se vuelve tan necesario como respirar si deseamos que las cosas cambien.
No nos damos cuenta pero la mayoría del tiempo estamos pensando en lo que no queremos y en nuestros miedos.
Para liberarnos necesitamos “prestar más atención”.
Elegir con conciencia pensamientos que nos conecten a nuestra mejor versión y al amor es, sin dudas, el camino para soltar y para dejar ir los pensamientos que producen sufrimiento.
No quedarse “pegado” a malos pensamientos, al resentimiento, a la rabia o a los miedos es el mejor acto de amor que podemos realizar.
“Divinidad te pido que limpies mi interior de todos los pensamientos malos, feos y negativos. Llevate el sufrimiento y todo lo que me apega a él.
Suelto y Confío.
Divinidad limpia en mí todo aquello que me aleja de mi paz y de todo lo que me merezco.”
Lo siento, perdoname, te amo, gracias
En cada respiración puedes encontrar la liberación de todo lo tóxico que habita dentro de ti.
Suelta, Respira, Dejate llevar, Fluye
En cada pensamiento puedes encontrar la energía sufuciente para enfocar en lo lindo y bueno que habita dentro de ti y a tu alrededor.
Respira e invita a la Divinidad a limpiar las memorias y programas que llaman al sufrimiento.
Es tiempo de renovar energías. Es tiempo de liberar espacio para que todo lo bueno que te mereces puedas llegar a ti.
Con amor,
Natalia