Dar el salto desde donde estas hacia donde deseas estar genera vértigo. Cambiar lo conocido por los sueños precisa valentía y constancia.
Es justo ese momento entre lo viejo y lo nuevo en donde surgen todas las preguntas y muy pocas respuestas…es una mezcla de euforia y ganas con días de abatimiento y desilusión.
En el interior comienzan a surgir miles de pensamientos y emociones con y sin nombre, algunos te suman y otros son totalmente disfuncionales… te das cuenta de que no te aportan o de que son negativos porque te empieza a doler la cabeza, a faltar el aire, aparece el cansancio eterno, el dolor en el estómago o el peso en la espalda…
La vida siempre tiene algo que contarte…
Sé que a veces puede resultar difícil creer que todas las situaciones tienen algo que enseñarte… sobre todo esas situaciones “complicadas” y “límites”…pero yo creo en ello. Creo que cada situación me guía hacia “ese” lugar en el que deseo estar mañana y que a veces por la rutina, la desesperación y las preocupaciones nos dejamos llevar y no enfocamos nuestra atención en lo que verdaderamente es importante para nosotras.
La rutina hace eso a veces… hace que te desenfoques, que prestes más atención a los obstáculos que a tus metas… y vamos viviendo, haciendo, decidiendo y reaccionando como lo hacemos siempre, casi sin darnos cuenta vamos respondiendo a la vida de forma automática.
Estamos llegando a final de año y el mejor regalo que puedo hacerte es guiarte a tomar consciencia de tu gran poder para elegir. Elegir lo que piensas, lo que sientes, lo que dices y de esta forma cambiar tu realidad un cien por cien y animarte lentamente a dar ese salto mágico que te lleve hacia el otro lado.
No es lo mismo reaccionar que elegir la respuesta que vas a dar a tu vida.
No da lo mismo pensar en el obstáculo que prestar toda tu atención en los objetivos que tienes.
No es lo mismo dejar pasar un día que convertirte en la líder de tu propia vida…
No es lo mismo ni da lo mismo.
Siempre recuerda que tienes el poder de cambiar tu realidad.
Yo soy de las que prefiere dar pasos cada día más que un “salto”, y aunque lenta me mantengo firme. Sé hacia donde voy y agradezco a la vida cuando me recuerda que estoy desencaminada, perdida o en otra dirección.
Estos son 5 cosas que mantengo presentes todo el tiempo. ¡Apúntalas!
1. Recuerda quién eres en verdad. Detrás de todos los aprendizajes acumulados en nuestro crecimiento habita nuestra verdadera esencia. Eres un ser de luz, sabiduría, amor, alegría, consciencia, paz…Esta es tu verdadera esencia.
2. Respira. La vida es extraordinaria si decides que así sea. Toma aire, ahora mismo, llena tus pulmones de aire nuevo.
3. No te preguntes más ¿por qué a mi? prueba preguntarte ¿para qué me está pasando esto?
A mí me funciona, a veces me desvío de mi propósito y la vida a través de las situaciones me recuerda quien soy en verdad y qué es lo que me encanta hacer.
4. Elige tu respuesta. Detente y reflexiona. Toma consciencia. ¡Despierta!. Afronta tu obstáculo con amor. No te enojes ni resistas. Recuerda que la vida siempre tiene algo que contarte.
Si aceptas tu vida tal y como es, comenzarás a percibir tu realidad de otra forma y recién así podrás crear otros resultados y otras experiencias.
Por lo general nos perdemos en el pasado o en el futuro y perdemos la paz que nos aporta el mantenernos conectadas con lo que estamos haciendo en cada momento.
5. El último punto es conectarte con la acción… con empezar a hacer cosas que te permitan salir de donde estas para llegar hacia donde quieres estar.
Escribe tres cosas que vas a hacer para salir del lugar en el que estas y volver otra vez a caminar. Siempre que me pierdo, vuelvo a mi presente y escribo al menos un objetivo claro y cercano para ponerme en acción y mantenerme alineada con algo que sé que me va a hacer bien.
Deseo de corazón que aporte luz a tu vida,
Natalia
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