Las flores de Bach son compañeras excelentes para uno mismo y para la vida familiar. La terapia floral aporta beneficios en todos los sentidos:
- Miedos
- Insertidumbre
- Baja autoestima
- Berrinches
- Baja tolerancia a la frustración
- Intolerancia
- Impaciencia
- Falta de concentración
- Dificultades de aprendizaje
Son 38 flores y cada una de ellas aporta a nuestro organismo y mundo interno el equilibrio que nos falta.
- Paz
- Amor
- claridad
- Flexibilidad
- Aceptación
- Confianza
- Seguridad
- Concentración
Como siempre digo, las flores hacen su trabajo si nosotros hacemos el nuestro, es decir, es muy importante acompañarlas con predisposición e intención de cambio. La esencia de las flores tiene una vibración energética alta, alineando, de esta forma, nuestro desequilibrio energético ocasionado por los bloqueos internos con los que solemos vivir.
Los bloqueos se originan con los pensamientos, si estamos preocupados por algo, el cerebro envía mensajeros químicos a todo nuestro cuerpo que debilitan nuestro sistema de defensa, comenzamos a sentirnos mal y a experimentar un torbellino de emociones que no soltamos y que quedan atrapadas en nuestro cuerpo, como la tristeza, el enojo, la culpa, la desmotivación… esto provoca que nuestra energía vital disminuya y entonces comenzamos a no tener ganas de nada o de muy poco. La estación final de este circuito es el síntoma físico.
En los niños, este proceso es mucho más sencillo porque no tienen las preocupaciones que tenemos los adultos, de modo que de forma natural permitirán trabajar a las flores sin oponer resistencias.
En lo personal, las flores me han ayudado a recuperar mi paciencia, llenarme de vitalidad y energía, y me han enseñado el camino más fácil para confiar en mi misma. También las utilizo con mis hijos y sin lugar a dudas he notado los beneficios.
He utilizado walnut para adaptarnos mejor a los cambios, me he mudado 5 veces y esta flor nos ha recordado nuestro poder de adaptación sin sufrimientos ni apegos.
Mimulus para aforntar los miedos, de la mano de Larch para recuperar la confianza en nosotros mismos.
Clematis, para uno de mis hijos, que a veces parece no estar en este mundo, su esencia y vibración ayudan a conectar con la tierra, con el aquí y ahora.
Scleranthus para poder decidir entre dos opciones, la inseguridad y la incertidumbre que aparecen cuando no sabemos que decisión tomar, se alivian con esta esencia y nos aporta claridad.
White chesnut sin lugar a dudas, para calmar la mente.
Las flores de Bach son 38, y como te decía, cada una de ellas contiene en su esencia el equilibrio vibratorio para cada desequilibrio.
Te invito a explorar el mundo de las flores y beneficiarte con ellas.
Con amor,
Natalia
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