Depresión, ansiedad, angustia …¡Basta de sufrir!

Me llegan muchos mensajes de mujeres que atraviesan una depresión, angustia crónica, o que sufren de ansiedad o que no pueden más con el estrés.

Hoy vamos a hablar de cómo salir de este laberinto que “aparentemente” parece sin salida, como siempre digo, lo que te cuento, está basado en lo que a mí me sirvió, no es la única forma de “hacer algo al respecto”, es solo una forma, por lo tanto, te invito a que experimentes por ti misma lo que voy a contarte y veas si te sirve o no.

Tienes dos formas de afrontar la vida, una es creyendo que todos y todo tiene que cambiar, y la otra es decir ¡Basta! ya es hora de hacer algo. Y ese algo es, nada más ni nada menos, que alimentarte de amor, actitud y salir, como sea, hacia adelante.

Todos, en mayor o menor medida, hemos crecido creyendo que “afuera” está la solución a nuestros problemas, que los de afueran deben cambiar, o que teníamos que conseguir “cosas” para ser felices.

Déjame que te diga, que esto es una gran mentira. Lo siento, si no lo sabías, haber sido yo quién te lo dijera… o tal vez me alegra!

Sabes? tu vida no tiene que ser así para siempre, hay otras opciones.

Sí! hay otra manera de vivir, existe una vida con consciencia, presente y llena de amor por ti, una vida libre de juicios y de paz que te empuja, día tras día, a dar lo mejor de ti y a recuperar toda la magia que habita en tu corazón para empezar a crear y vivir milagros.

Pero claro, como todo, hay un pero…

Vivir de un lado o del otro solo y exclusivamente depende de ti. No te enojes conmigo, sé que esta frase no tiene muchos seguidores. Yo misma me he preguntado ¿Qué? ¿Qué depende de mi? Creo que era más cómodo o era lo que conocía o tal vez no sabía cómo hacer algo diferente.  La verdad, que entre excusas y quejas, no tenía ni ganas de intentarlo o lo intentaba a medias.

Hasta que llega ese gran día, el día en que dices Basta! el super basta de todos los bastas! realmente dentro de ti, sabes que tiene que haber otra forma. Puede que te hayas acostumbrado a la depresión, la ansiedad o la angustia, que creas que forman parte de ti y creas que no puedes hacer nada al respecto o tal vez pienses que ya lo has intentado todo. Pero, lo cierto, es que si continuas igual, significa que Todo No lo Has intentado.

¿Sabías que cada síntoma trae consigo un mensaje? Cada vez que tengo algún síntoma físico, voy en busca de los expertos para saber que mensajito quiere darme el cuerpo. Me ayuda mucho para saber que trabas hay en mi interior que no me permiten disfrutar plenamente de mi vida. De esta forma siento que puedo hacer algo, que recupero el control de mi existencia y puedo moverme hacia el otro lado, hacia el lado del amor y de la creación.

Por ejemplo:

La Depresión: “La depresión implica una profunda tristeza interior, una acumulación de emociones inhibidas provocando un conflicto entre el cuerpo y la mente. Esta enfermedad está conectada con un suceso señalado de mi vida. La depresión se traduce por desvalorización y culpabilidad que me corroen por dentro. Si soy depresivo, me siento miserable, menos que nada. Vivo en el pasado constantemente y tengo dificultad en salir de él. El presente y el porvenir no existen. Es importante efectuar un cambio ahora en mi modo de ver las cosas porque ya no es como antes. La depresión frecuentemente es una etapa decisiva en mi vida (por ejemplo: la adolescencia) porque me obliga a volver a cuestionarme. Quiero a toda costa tener una vida diferente. Estoy trastornado entre mis ideales (mis sueños) y lo real (lo que sucede), entre lo que soy y lo que quiero ser.  Me siento limitado en mi espacio y voy perdiendo despacio el sabor de vivir, la esencia de mi existencia. Me siento inútil. En otras palabras, la depresión tiene en su origen una situación que vivo frente a mi territorio, es decir lo que pertenece a mi espacio vital, sean personas (mis padres, mis hijos, mis amigos, etc.) animales (mi perro, mis peces, etc.) o cosas ( mi trabajo, mi casa, mis muebles, etc.). El
conflicto que vivo puede estar vinculado a un elemento de mi territorio que tengo miedo de perder: a una pelea que tiene lugar en mi territorio y que me molesta (por ejemplo: las peleas entre hermanos y hermanas). He aquí expresiones que revelan cómo me puedo sentir: “Me ahogas!”, “Me chupas el aire!”; “Aire!”. A veces también, siento dificultad en delimitar o marcar mi espacio, mi territorio: ¿Qué es lo que me pertenece en exclusividad y qué es lo que pertenece a los demás? Las personas depresivas frecuentemente son permeables a su entorno. Impresión de estar invadido por mi entorno. Así, abandono porque encuentro la carga demasiado pesada, ya no tengo el gusto de vivir y me siento culpable de ser lo que soy. También puedo tener “necesidad de atención” para ayudarme a valorizarme; la depresión se vuelve en este momento, un medio inconsciente para “manipular” mi entorno.

Algunas preguntas interesantes para descubrir las causas subyacentes al estado depresivo: ¿Viví yo una presión de joven? ¿Cuáles son los acontecimientos 185 señalados vividos en mi infancia que hacen que mi vida parezca tan insignificante? ¿Es la pérdida de un ser amado, mi razón de vivir o la dirección de mi vida que ya no consigo ver? ”

Angustia: “La angustia está caracterizada por un estado de desorientación psíquica en la cual tengo el sentimiento de estar limitado y restringido en mi espacio y sobre todo ahogado en mis deseos. Siento mi espacio limitado por fronteras que, en realidad, no existen. “Estoy cogido” o “Me siento cogido en una trampa”. Estoy de acuerdo con el hecho que la gente invade mi espacio psíquico y esto se manifiesta en mí por una especie de aprieto interior. Dejo entonces de lado mis necesidades personales para complacer primero a los demás para atraer el amor que necesito (aunque haya otros modos de hacerlo).  La confianza en mí se tambalea, la desesperación y las ganas de ya no luchar más se instalan. ¿Cuál puede ser la situación en que me sentí apretado cuando era joven de tal modo que reproduzco aún fielmente este patrón hoy?. Las fuentes profundas de la angustia se encuentran frecuentemente en el niño que fui y se vinculan generalmente con el miedo al abandono, a perder el amor de un ser querido y al sufrimiento. Cuando me encuentro en una situación similar, la angustia vuelve a aflorar. Cada vez que uno de estos miedos reaparece o que se vive una situación imaginaria o realista, esto está captado por mi inconsciente como una señal de alarma: hay peligro! la angustia reaparece aún más fuerte”

Ansiedad: No confiar en el flujo y proceso de la vida. “La ansiedad es cierto miedo a lo desconocido que puede acercarse del estado de angustia. Se manifiesta por ciertos síntomas: dolores de cabeza, calores, rampas, palpitaciones nerviosas, grandes transpiraciones, tensiones, aumento del caudal de la voz, llantos e incluso insomnios. Si soy ansioso, puedo vivir el “estremecimiento de la angustia”: este estremecimiento procede del frío y me recuerda que tengo miedo. Es una enfermedad que me aprieta la garganta, que me hacer perder el dominio de mí – mismo y el control de los acontecimientos de mi vida, impidiéndome usar el sentido común y el discernimiento. También puedo sentir o bien un desequilibrio, o bien una desconexión entre el mundo físico en el cual puedo tener cierto control y mis percepciones con relación al mundo inmaterial para las cuales no siempre tengo explicaciones o comprensión racional. Ya no tengo el control: el “cielo me puede caer encima” en cualquier momento! Puedo estar ansioso en cualquier situación: ESTOY VOLVIÉNDOME LO SOBRE LO CUAL 99 LLEVO MI ATENCIÓN. Si mi atención está constantemente centrada en el miedo de esto o de lo otro, es cierto que viviré ansiedad que puede estar relacionada, de cerca o de lejos, con lo que se acerca al miedo a la muerte o a lo que podría recordármela. La muerte, las cosas que ignoro o que no veo, pero que pueden existir, hacen subir en mí este miedo. Entonces, incluso si temo lo desconocido y si niego inconscientemente la vida y su proceso, coloco ahora mi atención sobre esto: tengo fe en que me está sucediendo lo mejor, para mí, en el instante presente y en el porvenir. Los síntomas desaparecerán, así como el miedo a morir.”

¡¡¡Guau!! Has visto, cada enfermedad o síntoma tiene algo que contarnos, si quieres saber más te recomiendo el diccionario: DICCIONARIO DE BIODESCODIFICACIÓN, Por Joan Marc Vilanova i Pujó

Ahora bien, es importante que puedas mantener una mente abierta, si de verdad quieres salir de lo mismo de siempre y encontrar la “llave” de tu bienestar. Es decir, que te dejes llevar por la curiosidad y observar si algo resuena contigo o no.

Una vez que leo y exploro sobre mis síntomas, comienza mi parte. Sí. sí, tenemos que hacer nuestra parte. Es hora de hacer algo y lo que hago es conectar con el momento presente. Aquí y ahora, me regalo un momento de consciencia absoluta en el que hago un paréntesis y aparco mis problemas por un momento.

¿Estas lista?

Bien! Genial!

Voy a darte 3 mini- pasos para que empieces ya y veas si te sientes algo mejor, ¿qué te parece?

1- respira, lentamente, vamos intentarlo, no pierdes nada. Respira profundamente, siente el aire entrar a tus pulmones y a todo tu cuerpo. Bien! perfecto

2- Ahora vamos a pedir un poco de ayuda, que te parece?. Esta claro que si hasta ahora no hemos podido resolver el asunto es porque estamos muy bajas de energía y el ánimo por los suelos, así que vamos a pedir ayuda.

Repite conmigo: “Divinidad, Universo, permito que limpies todas las memorias, creencias y patrones limitantes que están haciendo que viva este problema hoy”

Hemos dicho que todo síntoma tiene una causa, así que vamos a limpiar lo que sea que está estorbando en nuestro bienestar y felicidad.

Y último paso: 3- Respira otra vez conscientemente, una vez más, siente el aire nuevo entrando en tu cuerpo y saliendo, observa cómo tu cuerpo se agranda cuando entra el aire y como se deshincha cuando sale.

Ahora lee esto: Soy amor, Soy luz, Soy paz.

¿Lo has hecho? ¿Cómo te sientes?

Estoy segura, que si lo has hecho de verdad, te sientes mejor que cuando lo empezaste. Los problemas siguen allí donde los dejaste, pero tú te sientes algo mejor que antes.

Ahora, dime, ¿Si hicieras este ejercicio, muchas veces al día, cómo crees que te sentirías?

Seguro, que cada, vez mejor, más presente, conectada y lo mejor, haciendo algo para cambiar tu realidad.

Te invito a que lo intentes. Recupera el control, solo por hoy, envía aire nuevo a tu cuerpo, confía en ti misma y comienza a abrir las puertas a algo diferente.

Con amor,

Natalia

Solicita tu sesión online de coaching y comienza tu proceso de transformación: Contacto – Natalia Ignaccolo

¿Hablamos?

Natalia Ignaccolo

+34 661 87 52 77

Telegram

@nataliaignaccolo3

Soy Natalia Ignaccolo Lic. en Psicopedagogía, Mentora y Terapeuta experta en desarrollo personal y espiritual. Maestra de Reiki, Esencias florales, Monitora de Meditación y Mindfulness, Master PNL.

Creadora del curso de crecimiento personal y espiritual “Activa tu Esencia”. Acompaño a mujeres en su transformación interior para liberarse de creencias limitantes y vivir en plenitud la vida que desean.

¡Únete a mi comunidad!

Artículos del blog

Artículos relacionados

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimiento para la aceptación de dichas cookies y de nuestra Política de Cookies.

Pinche el enlace para mayor información. Plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies