Cuando comencé mi propio camino de autoconocimiento descubrí que tenía el significado de algunos términos confundidos, la auto-compasión ha sido uno de ellos; tenemos la creencia de que “la auto-compasión” es igual a “tener pena o lástima” por uno mismo pero nada más alejado de la realidad. La auto- compasión es amor, amor del más puro, amor que sana, que libera, alivia y abraza… y todo eso hacia uno mismo. Es amabilidad y comprensión por nosotros, por los otros y por la vida.
En mindfulness. la auto-compasión es la base de la curación emocional.
“Si quieres que otros sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz tú, practica la compasión” . XIV Dalái Lama Tenzin Gyatso.
La auto-compasión es ser amable y comprensivo hacia uno mismo en momentos de dolor y fracaso, en vez de ser duro y auto-crítico; percibiendo nuestra propia experiencia como parte de la experiencia humana más amplia, en vez de verlas aisladamente. La auto-compasión nos enseña a flotar por encima de los pensamientos y sentimientos dolorosos, abrazarlos y sostenerlos con atención plena en lugar de identificarnos excesivamente con ellos.
Con el tiempo llegué a comprender que podía sentir paz aún en momentos de crisis, entendí que el secreto de la plenitud radicaba en no dejarme arrastrar por las emociones difíciles y por las circunstancias dolorosas. Me dí cuenta que el amor era y es la gran herramienta contra mis miedos y mis inseguridades. Aprender a amarme más allá de la autoestima ha sido mi gran reto personal. Aprender a ser compasiva conmigo misma ha mejorado enormemente mi vida.
Cultivar la auto-compasión es asumir la actitud que uno tendría hacia un amigo que ha fracasado en algo. En vez de regañarle, juzgarle, y aumentar su desesperación, lo que hacemos es escucharle con empatía y entendimiento, sin añadir leña al fuego, es animarle y recordarle que los errores son normales y necesarios para crecer. Auto-compasión es la habilidad de actuar con nosotros mismos de la misma forma que lo haríamos con un amigo.
Kristin Neff * explica que la auto-compasión no es una forma de evitar objetivos o convertirse en autoindulgente. En vez de eso, la auto-compasión es un gran motivador ya que implica el deseo de aliviar el sufrimiento, para sanar, para prosperar, y para ser feliz.
Cuando estás motivado por la auto-compasión, ves el fracaso como la mejor oportunidad de aprendizaje. Cuando nos equivocamos o las cosas no salen como deseábamos, aparece “ese juez interior” que no deja de criticarnos, podemos llegar a ser muy duros con nosotros mismos, ser compasivos es abrazar todo lo que nos sucede comprendiendo que hacemos lo mejor que sabemos en cada momento, la autocompasión nos ayuda a tomarlo con aceptación, con calma y a entender que cada situación, por muy mala que parezca, es una oportunidad para conocernos y volver al amor.
Kristin Neff plantea 3 prácticas para Estimular Auto-Compasión
1) Escríbete una carta: Toma la perspectiva de ser un amigo compasivo, así puedes imaginarte que eres esa otra persona. Pregúntate, “¿Qué me diría ahora un amigo compasivo y amable? ¿Cuáles serían sus palabras?” Luego, regresa, lee la carta, y recíbela de ti mismo.
2) Escribe tu diálogo interior: Si te estás auto-criticando porque tus vaqueros no te quedan o
mencionaste algo incorrecto en una situación, escribe las palabras auto-críticas que vienen
a tu mente, y luego pregúntate si le dirías esas palabras a un amigo. ¿Qué diría tu amigo?.
3) Desarrolla un mantra de auto-compasión: Neff sugiere desarrollar algo que sea fácil de memorizar, así cuando algo difícil ocurra puedes recurrir a tus frases. No son afirmaciones positivas, sino recordatorios. Esta es la auto-compasión que desarrolló para sí misma: “Este es un momento de sufrimiento. El sufrimiento es parte de la vida. Puedo ser amable conmigo misma en este momento; puedo darme la compasión que necesito.”
Expresar compasión hacia ti mismo, hacia ti misma, es reconocer tus heridas y abrirte al poder sanador de tu corazón. Mario Alonso Puig
Cuando plantas la semilla del amor en el jardín de tu corazón y lo alimentas y nutres regularmente, empieza a expandirse y crecer. Jack Kornfield.
Miles de Bendiciones,
Natalia