Cada flor está conectada a una cualidad del alma, a veces olvidada, que habita en el interior de cada persona.
Cada problema, si no lo afrontamos con conciencia y nos posicionamos del lado de la responsabilidad y el amor, termina por pasarnos factura, despertando pensamientos que bloquean nuestra energía, produciendo malestar, desgano, insatisfacción, estrés, ansiedad, apatía, y un sin fin de sentimientos que están alejados de la paz interior y de nuestro bienestar.
Las esencias florales tienen el mismo lenguaje que mi alma, son compañeras maravillosas que nos dan la oportunidad de tomar consciencia, desconectar del ruido mental y volver lentamente a nuestro equilibrio.
Hoy quiero hablarte de BEECH (HAYA), la flor de la TOLERANCIA. Su esencia es útil para la intolerancia, irritación, rechazo, rigidez.
A veces nos volvemos un poco intolerantes en nuestras relaciones y activamos nuestros mecanismos de defensa frente a todo lo que no se ajusta a nuestras creencias, nuestra manera de entender el mundo, nuestros deberías y a nuestro peculiar concepto de la perfección ajena.
Cuando experimentamos la intolerancia sostenida durante mucho tiempo, puede que nos volvamos hirientes e irritables con todo aquello que no es “como debería ser”.
Beech te devuelve al equilibrio conectándote con la aceptación y el amor, con la comprensión y el respeto de todo aquello que se presenta como diferente.
Para aquellos que sienten la necesidad de ver más bondad y belleza en todo lo que les rodea. Y, aunque mucho parezca estar mal, de tener la capacidad de ver crecer el bien en el interior. Con el fin de poder ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con las distintas maneras en que cada persona y todas las cosas están trabajando hacia su propia perfección final.
– Los Doce Curadores y Otros Remedios- Dr. Edwuard Bach.
Bendiciones,
Natalia