¿Cuántas veces viene al presente el pasado?… Miles, verdad?
La mente viaja al pasado (y al futuro) sin descanso y, por lo general, presta mayor atención a las cosas feas, negativas y dolorosas.
Así, en lugar de soltar, nos aferramos más y más a un recuerdo que nos hace daño.
El presente se pierde entre recuerdos y pensamientos torturantes de ¿por qué? ¿Por qué que me hizo eso? ¿por qué que me pasó esto? ¿Por qué no le dije…? ¿Por qué no hice …?
Mindfulness me enseñó que aquello q practicas, lo refuerzas y que todo el tiempo estamos practicando algo aunque no nos demos cuenta de ello. Pensar en algo muchas veces es practicarlo. Cuando traemos al presente el pasado, una y otra vez, lo estamos reforzando. Estamos haciendo que se quede, en lugar de dejarlo ir y estamos aumentando más sufrimiento al dolor que, ya de por sí, provocó la experiencia.
Como dice Jon Kabat- Zinn «Sea lo que sea lo que te haya pasado, ya ha pasado. Lo que importa es: ¿Qué vas a hacer al respecto?».
Depende la experiencia, algunas duelen mucho. Date permiso y tiempo.
Otras no son tan complicadas y podemos empezar a hacer algo al respecto.
¿Cómo hacemos para dejarlo ir?
Te cuento lo que aprendí a hacer yo:
– Llevo toda mi atención hacia mí, a mis pensamientos y emociones porque es allí donde tenemos control para hacer algo distinto. Y lo hago con amor.
– Observo todo lo que aflora en mí y lo abrazo
– Suelto entregando al Universo todo lo q me aleja de mi paz: “Universo (Dios) limpia en mí todo lo que me aleja de mi paz.. te entrego mis pensamientos que no me dejan tranquilx”. El Universo lo transforma todo en amor, nuestra misión es conectar con él.
– Practico el perdón. Perdonar permite que la serenidad y la paz afloren en ti y te liberan del odio, rencor, resentimiento.
– Entreno mi enfoque, mi atención, con mantras y declaraciones que me hagan sentir bien.
Y todo esto, lo hago todas las veces que sean necesarias.
Prueba y me cuentas
Con amor,
Nati